sábado, 9 de agosto de 2014

Comedores (farolillo reflexivo de verano)

En los " comedores de la Madre Teresa" (o sea los que llevan las Misioneras de la Caridad, cuya fundadora es M Teresa) en agosto baja en picado el número de voluntarios. Aunque de haberlos siempre hay, al menos los suficientes para sacar las comidas adelante y dar de comer de forma totalmente gratuita, a quien se acerque.
Hoy, un comensal, un señor de unos ...no sé, pongamos 65 años, pide si, además de la comida que le sirven en el plato, podemos llenarle el envase de plástico (tupper o taper o como se escriba)  con comida. Con la mirada baja, dice que está sucio, que no se había dado cuenta, que lo siente... 
Una de las señoras que se encarga de lavar los platos, lo recoge para limpiarlo; está habitado por moho. Por una parte refunfuña diciendo que no se tienen que acostumbrar, a ver si todos van a traer los cacharros sucios. Pero enseguida añade que no le van a dar la comida en un envase sucio, que son personas  Y que así vamos,  que hay gente que no tiene ni en donde limpiar sus objetos, que esto no puede ser...
Le devuelven el envase limpio y con comida. Él lo agradece con la boca, con los ojos y con una luz especial en su cara. Anuncia  que mañana es su cumpleaños, lo celebrará con la familia.
-  Seis hijos-  comenta que tiene- seis hijos y tres nietos. 
Nos explica que cada día hay que celebrarlo, siempre hay que estar alegres
Cuando ya se han ido todos , un señor mayor murmura algo. 
-Y eso que dice? - le pregunto
- Es un refrán -contesta- Un padre puede dar de comer a diez hijos, pero diez hijos no pueden dar de comer a un padre.
Cada vida tiene una historia, y cada historia mil matices que no conocemos. Por eso, si hay que decir algo de la vida de ese hombre, que sea para felicitarlo por su alegría y amabilidad.
Aunque, sin entrar en ese caso concreto, la frase de los diez hijos se me queda muy dentro. Cuantas veces, en la familia, en el trabajo, con los amigos... los unos por los otros, y la casa sin barrer. O lo que es realmente grave, alguien sin comer, sin ser escuchado; alguien solo.


     


 
 

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