martes, 25 de febrero de 2014

Báscula

Los reyes le trajeron una balanza para pesarse. Una de esas hipermodernas, que tienes que programar  e introducir un montón de datos antes de utilizarla, casi como si fueran un cohete con destino la luna.
Una vez configurada, solo tenía que pesarse cada día a la misma hora. La balanza enviaba los datos a su correo (o a su ordenador o a su móvil, no recuerdo lo que me dijo) y así quedaban todos los datos registrados.

El martes, sobre las 10h , estaba en el despacho trabajando, cuando le llega un mensaje de su báscula. Había adelgazado  cinco kilos. ¿Cinco kilos?  ¿Y como calculaba su peso la báscula, mientras ella estaba en la oficina? 
Al pesarse esa noche , comprobó que había recuperado esos cinco kilos

Pasó una semana, llegó otro martes. Sobre las 11h , le vuelve a llegar otro mensaje de la báscula. Otra vez había adelgazado Y otra vez por la noche , volvió a recuperar los kilos perdidos. 
Una semana más, y lo mismo

Así que agarró el teléfono y llamó a la chica que iba a ayudar con la limpieza de su casa

- María, que si te pesas me llegan a mi los datos. Has engordado 300 gramos desde el último día¡



                

1 comentario:

  1. Misterio resuelto, pero a María no le debe haber hecho ninguna gracia.

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