sábado, 21 de diciembre de 2013

Cuidando niños

Le encantaba cuidar de los sobrinos, comprarles ropa, juguetitos... Cuando en verano iban todos a la casa familiar a pasar unos días, por las tardes, algunas tardes, ella se quedaba con los peques para que las hermanas con sus maridos pudieran salir a dar una vuelta sin tener que estar pendientes de si se perdían o se escapaban los niños
Pasaron los años. Ella se enamoró del compañero de colegio de su padre, un hombre mayor que por negocios estaba siempre viajando. Se veían a escondidas, y aunque a los dos años lo sabían todos los amigos, a su familia no les dijo nada hasta que se quedó embarazada.
Entonces se fué a vivir con él.
Nació la pequeña. Él casi no paraba en casa, ella se refugiaba en su bebé, el bebé algo intuía y aprovechaba la debilidad de la madre, para ir tomando posiciones y fuerza.
Cuando llego el verano, ella y la bebé se trasladaron a la casa familiar. El marido, de viaje. Días más tarde llegaron sus hermanas. Al segundo día, ella, deseando ir a dar una vuelta sin la bebé, pregunta a una de sus hermanas
- ¿Qué vais a hacer mañana?
- Pensábamos salir las dos parejas al cine. Hace tanto que no vamos juntas.... Tú tienes a la peque y no puedes salir Y nuestros niños ya rondan los 12 años, no molestaran e incluso te pueden ayudar con la peque.

Glups.... ¡ esa no era la respuesta que esperaba !


Nos decía un sacerdote como le chocaba que aun yendo pastores y reyes a visitar al Niño en la gruta, la Sagrada Familia siguió en la cueva  unos días.
 Trasladarse al campamento o al país de los magos no era muy sensato. Que algún pastor   los invitara a pasar unos días en su humilde casa, hubiera sido más que razonable Pero ¿qué pasó? ¿  Nadie los invitó a instalarse en su casa ? 
A saber qué sucedió. Pero sí sabemos que el Señor-Bebé, durmiendo en esa cueva, con un poco de frio, y la nariz un tanto congelada, era objeto de adoración de su Madre. 


                                                

No hay comentarios:

Publicar un comentario