domingo, 31 de marzo de 2013

La noche despedazada.


La noche, el momento en el que la oscuridad toma el poder y permite que el miedo y las sombras se extendiendan por el mundo.
La noche, esa noche, hoy queda transformada. Esa última batalla de la jornada en la que vencen las tinieblas, se decide hoy de una vez para siempre. El terror queda derrotado. 

Hoy es la noche en la que las tinieblas son invadidas por  la alegría,  la luz, la esperanza. 
La noche en la que la oscuridad es vencida por el Amor.

Cristo vive. Su amor, derramado estos días hasta agotar la última gota, no ha desaparecido.
Si tanto Amor hubiera muerto para siempre, quizás se podría vivir de su recuerdo. Aunque con el dolor de no poder recuperar nunca más a Alguien que es fundamento

Pero Él, el que lo dio todo, el Señor no ha muerto. Sigue a nuestro a lado. 

Ahora sé hasta donde puede llegar para mostrarme su amor Sé que está dispuesto a jugarse la vida y la mayor de las angustias por tenerme a su lado para siempre Sé que ha sufrido y ha visto sufrir a su Madre.

¿A qué temeré?   El no me dejará nunca de su mano. 


                                                      

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