sábado, 27 de octubre de 2012

Lourdes Crónicas 1



Última noche en Lourdes. 
Andando por la explanada vamos tres. Por distintos motivos, en un momento nos dispersamos Quedamos en encontrarnos sobre las 11.45 en la gruta. Si alguien se quiere retirar antes, no hay problema. Esperaremos 10 minutos y luego nos iremos.
Me acerco al estante de las velas. Recojo varias, dejo el donativo y me dirijo  al sitio en donde arderán, iluminando junto a otras, en un trabajo en equipo, las peticiones invisibles de los peregrinos. No siempre pongo velas cuando voy a Lourdes, depende del año, de las intenciones, de un millón de cosas. Este año, sí.

Primero paso por la gruta, toda yo cargadita de velas y desbordando intenciones. Dejo una vela en el carro especial. Ese de donde recogen las velas  que colocaran delante de la imagen de la Señora. De reojo, mientras me alejo, siento como la privilegiada sonríe por la suerte que ha tenido. 
El resto van en la zona de velas y peticiones. Son de dos tamaños, tienen que ir en zonas distintas. 
Es una noche de viento, y aunque todo está dispuesto para que queden protegidas, el aire se cuela y  las apaga. Coloco las más pequeñas, las enciendo. 

Delante de las medianas, dos caballeros. El más bajo anda, arriba y abajo, abajo y arriba. El otro está concentrado en las llamas, las mira, si se apaga una, la enciende y se asegura que esté bien colocada. Luego vuelve a echar un vistazo a todas, repasando que estén todas encendidas. Tiene el semblante serio. Una vela se inclina, se apaga, se inclina aun más... Él la coge la endereza, la recuesta sobre la pared, y la enciende.

 Sus caras me suenan.. Sí, los tengo vistos de las peregrinaciones con la Hospi de Bcn, la que se hace con enfermos peregrinos y voluntarios. Son dos voluntarios de los de toda la vida Ahora caigo que ese fin de semana es el la peregrinación que hacen cada año en septiembre.
Saludo con una sonrisa al que sigue caminando arriba y abajo. Coloco mis velas. El "custodio" de las velas se gira, me mira, saluda con un movimiento de la cabeza, y vuelve a dirigir su mirada hacia la luz. Parece preocupado.
Vuelvo a la zona de las velas pequeñas , comprobaré  si siguen encendidas. 
El que camina, se acerca a su amigo. Parece comentarle que ya es hora de irse. El otro le pide un rato más. Uno no quiere dejar solo a su amigo. El amigo no quiere dejar solas a las velas. 
En la oscuridad de la noche, con las velas encendidas, da la sensación de ángel guardián Custodia las velas, las oraciones, las intenciones. No solo las suyas, también las de los otros. Para que sigan iluminando la noche, llevando su reflejo al cielo. 
¿Será que Dios no tiene memoria para las peticiones? ¿O será que Dios, fan del  trabajo en familia, nos permite intervenir a muchos en la petición de una persona  y gozar juntos por sentirnos escuchados ?

Una de las llamas, iba por los los amigos del blog


                                           


3 comentarios:

  1. Lo siento mucho, pero tengo que reconocerlo, siento un poco de envidia, o mucha, pero de la sana, si es que la hay de este tipo. Nunca estuve en Lourdes, y tengo muchas ganas de ir, pero nunca pude. Por eso muchas gracias por contarnos, así, es como si estuviese un poco, aunque sea solo un poco. Un abrazo

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  2. Qué lindo viaje, y qué lindas sensaciones. Gracias por esa llama.
    :D

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  3. Sillón y Gabriela, Lourdes es muy especial para mi. Encuentro tranquilidad, y allí cargo las pilas.
    Empecé yendo muy jovencita, con enfermos y un montón de otros voluntarios , riendo, cantando y rezando con todos.
    Ahora, vuelvo con más años, con otros problemas, más curtida
    Y sigo encontrando tranquilidad y fuerzas para retomar el camino.

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