miércoles, 4 de agosto de 2010

Jugando a fútbol

Fueron paseando hasta el campo de fútbol. Al llegar se sentaron a hablar en las gradas, mientras contemplaban como ambos equipos se dejaban la piel por intentar  marcar un gol. Alta, rubia, espectacular, progre y extranjera. Todo lo que un muchacho de veinte años desea; todo lo que la madre rechazaba en una futura nuera.

Él le preguntó que pensaba de esos muchachos que en plena juventud comprometían para siempre su futuro Sus ojos claros se perdieron en el campo mientras pensaba su respuesta. Difícil mantener el cuerpo a raya a los veinte. Más aun cuerpo y corazón

Recordó como se encendió una sonrisa en la cara de su chico, cuando le contó la noticia, y todos los planes que hicieron esa tarde para los próximos 50 años. Ya no volvió a saber nada de él, desapareció. Fue a ver a la suegra, salió a empujones llevándose como regalo de despedida  unos cuantos insultos. Sus dos mejores amigas le aconsejaron que traicionara a su cuerpo. Su vecinos murmuraban. Volver a casa derrotada era inviable Su mente se daba vueltas y no conseguía centrar sus ideas Imposible seguir adelante

Un día de mucho calor, entró en el primer edificio que encontró abierto. Sólo quería  descansar un rato a la sombra. Él la vio, sentada en un banco, con cara de mareada; le ofreció un vaso de agua. Y ella le contó todo. Sólo él la había escuchado, un día tras otro con infinita paciencia, hasta que consiguió aclarar su cabeza. Le encontró un trabajo de acompañante de una señora mayor, que la trató como a una nieta, Cuando empezó a engordar era la abuelita la que cuidaba de ella, y entre las dos hacían planes para la tercera. Al nacer  Clara, era ya la nieta de todas las yayas  del vecindario

Algo dentro le pedía averiguar más. Empezó a preguntarle por su fundamento, principio y fundamento

¿Mantener un cuerpo joven a raya? Difícil. E imposible a los 20, prometer controlar el cuerpo y el corazón para siempre. Como imposible fue para ella en un determinado momento, seguir adelante.
Pero a veces Alguien entra en tu camino, se compadece y te acoge. Sientes que el anhelo de tu alma tiene remedio
Seguro pueden dormir sin problemas, cada noche, sin pastillas. A los 20 y a los 80

Con voz pausada contestó: “No lo entiendo, pero lo creo”

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