miércoles, 28 de julio de 2010

Líos y otras historias sin ángeles.

Mientras me cuenta agobiada que la está asfixiando, mi cabeza insiste en volver a ese mismo café, un año antes. Entonces su cara sonriente explicaba la suerte que había tenido con el nuevo jefe. Con el anterior no conseguía coordinar estrategias, y éste  parecía muy receptivo a escucharla y tomar en serio sus propuestas.
Del buen entendimiento inicial habían pasado al buen rollo, de allí a la amistad y al  tonteo Agazapada entre miradas, sonrisas, trabajos y  bromas, escondida en reuniones hasta tarde, éxitos y fracasos  en una neblina de indirectas, se fue había ido introduciendo sigilosamente una peligrosa pasión.
En la empresa disimulaban, aunque las chispas eran visibles desde la otra parte de la montaña. Salían a comer separados y volvían cada uno por su cuenta. Al acabar el trabajo también se veían, iban a pasear, al cine, a cenar....
Sólo desconectaban los fines de semana, cuando cada uno se dedicaba a su pareja y sus hijos
Recuerdo perfectamente esa tarde. Clara decía que le había devuelto la vida. Había vuelto a recordar lo que era reír, ir al cine ilusionada, tener a alguien con quien  hablar de todo o esperar impaciente un mensaje en el móvil Sentirse segura, importante y querida.
Le expliqué como se veía todo desde fuera, sin la distorsión que produce el enamoramiento Pero no me creyó.
A las pocas semanas, Clara dejó a su marido, para felicidad del jefe que no podía decírselo a mujer  hasta que llegara el momento adecuado. Mientras, disponía de mujer y amante a su servicio.
Cuando se enteró la esposa, lo echó de casa. Al mes él pasaba todos los fines de semana con su "ya-casi-ex-sólo-espera-un-poquito-más"  porque la pobre estaba muy triste y necesitaba compañía.
Las dudas se empezarón a colar en la cabeza de Clara.Un día la llamo la ex. Quedaron para un café; según la esposa él decía que Clara  lo perseguía y acosaba.
Lo fueron a ver, las dos juntas. En un careo a tres

A las dos semanas, Clara ya no tenía trabajo. Ni marido Ni corazón entero. Ni proyecto encauzado Ni ganas de amante
Él ha vuelto con su mujer Pero la sigue persiguiendo.
Y Clara está muy muy cansada ¿Puedes tú ayudarla, mi ángel?

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